Aunque la relación del hombre con la naturaleza era más estrecha que la nuestra, no por eso su vida era ideal. Hechos como nuestra facilidad de obtener el agua, la canalización de las aguas residuales o tener un aseo dentro de una vivienda, serían considerados como un milagro para el hombre medieval. Y aunque nuestro mundo dista mucho del suyo, no debemos olvidar que hay lugares en el planeta de los que se podría decir que todavía viven inmersos en una Edad Media… Etiopía, Zambia, Costa de Marfil, Haití, Guinea, Sudán…
Dice Fernando de Rojas, autor de la Celestina que «ella tenía seis oficios, conviene a saber: labrandera, costurera, perfumera, maestra de hacer afeites y de hacer virgos, alcahueta y un poquito de hechicera».
En estas miniaturas medievales extraídas de las Cantigas de Alfonso X el Sabio observamos algunos más, como el monje, el boticario, el navegante,escribano, músico y las bailarinas
Otros oficios medievales eran: escardador , hilandera, cantero, herrero o forjador, hojalatero, encuadernador, alfarero, cestero, espartero, bolillera, soplador de vidrio, ebanista, platero, cerero, aliñador de aceitunas, orfebre,odrero, alpargatero, iluminador, miniaturista vidriero, platero, picapedrero, titiritero, malabarista, juglar, monje, molinero, pastor, pintor, quesero, panadero, destilero, mago, saltimbanqui, mercader, cuchillero, trovador…
Cuadernillo de Laura 